La reciente edición de Paraguay Tech Week 2025 consolidó al País como el epicentro regional de la innovación y la transformación digital. Más de 1.500 asistentes, entre fundadores de startups, fondos de inversión, corporaciones, entidades públicas y desarrolladores de toda América Latina, se dieron cita para debatir, conectar y proyectar el futuro tecnológico del país y la región.

El evento, organizado por LAN Accelerator y la Cámara Paraguaya de Fintech, no solo fue una vitrina de ideas disruptivas y casos de éxito, fue, sobre todo, una plataforma estratégica para posicionar a Paraguay como hub de innovación en Latinoamérica. Durante tres jornadas temáticas, dedicadas a emprendedores, capital de riesgo y transformación digital financiera, se evidenció el potencial de nuestro ecosistema, pero también las brechas que aún debemos superar.

La digitalización de pagos, la inclusión financiera y el desarrollo de soluciones basadas en blockchain abren oportunidades para competir en un mercado regional cada vez más integrado. Sin embargo, el acceso a capital de riesgo sigue siendo limitado y la madurez del ecosistema aún depende en gran medida de la llegada de inversores internacionales y la profesionalización de los actores locales.

Una de las lecciones más relevantes del encuentro es la importancia de la diversidad y la colaboración regional. Iniciativas que promueven el liderazgo femenino y la inclusión de profesionales de distintos orígenes y disciplinas enriquecen la toma de decisiones y potencian la creatividad, factores clave para la competitividad global. Además, la interacción con ecosistemas vecinos, como Chile y Colombia, permite aprender de experiencias cercanas y adaptar modelos de éxito a la realidad paraguaya.

El desafío para Paraguay es pasar del entusiasmo a la ejecución. Proyectos que conectan al país con polos internacionales de innovación, como la futura sede del Parque de Innovación Tecnológica de São José dos Campos, pueden atraer inversión y fomentar cadenas de valor más complejas. Pero el éxito dependerá de la capacidad de articular políticas públicas, invertir en infraestructura, adaptar la formación profesional y crear incentivos para que la empresa privada demande y absorba innovación local.

La agenda digital, el fortalecimiento de las oficinas de transferencia tecnológica y la colaboración internacional deben sostenerse a largo plazo. Paraguay tiene la capacidad y las alianzas para avanzar, pero necesita acelerar la inversión, mejorar la educación y consolidar un ecosistema donde la innovación sea el motor del desarrollo económico y social.

El país está en el umbral de una transformación profunda. La transferencia tecnológica no es solo un desafío técnico, sino una apuesta estratégica para el futuro de la economía paraguaya. La oportunidad está sobre la mesa: convertir la innovación en valor real para la sociedad y dar el salto hacia una economía del conocimiento.

El desafío de convertir la innovación en crecimiento económico sostenible

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