La iniciativa surge tras la serie de casos en que autoridades de instituciones que manejan información sensible, principalmente de tinte económico/financiero, terminan por incursionar en el rubro privado generando desventaja y vulnerabilidad al sistema.
En los últimos años exministros, directivos o gerentes de instituciones como el Banco Central del Paraguay (BCP), la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), el Ministerio de Hacienda, entre otros, tras su paso por el sector público pasaron a ocupar un alto cargo dentro del rubro privado.
Este problema es conocido como puerta giratoria, ya que de desempeñarse en una institución contralora pasó a trabajar a una empresa particular que se desenvuelve dentro de dicha industria.