Por ejemplo, el actual presidente del Banco Central del Paraguay ha sido propuesto para ocupar ese cargo por quien hoy está en la presidencia del Banco Basa cuando este ocupaba su mismo cargo; además, la Superintendencia que debe monitorear el funcionamiento del sistema nunca abierto cuanto menos una investigación respecto a las operaciones de esta entidad pese al enorme cúmulo de información sospechosa que remitió al Ministerio Público la Seprelad, que es el departamento de inteligencia financiera y que, inclusive, tiene sus oficinas en el mismo edificio.
A nadie le pareció cuanto menos sospechoso que el ex ministro de Seprelad, Óscar Boidanich haya sido contratado inmediatamente por la tabacalera de Cartes para brindar asesoramiento sobre lavado de dinero, ni que los propios directivos de este grupo empresarial hayan pegado el grito al cielo cuando el banco estatal BNF le cortó la corresponsalía para remesar dinero al exterior. ¿Si tiene un banco porqué necesitaban de otro?